Sociedad Estable y en Conflicto El cambio y la estabilidad son dos elementos fundamentales del análisis sociológico, los cuales son equiparables a las nociones de equilibrio y conflicto: el equilibrio se relaciona con la estabilidad del sistema; esto es, al margen de situaciones de tensión, conflicto o perturbación, siempre existe una tendencia natural hacia el restablecimiento del equilibrio perdido. Por otro lado el conflicto es relacionado con la inestabilidad o desorganización social, en ocasiones, atribuidas a la acción de los individuos, o a la forma en como está constituida y organizada la sociedad.
Teorías del cambio social
Como vimos en los párrafos anteriores las teorías han dividido el tema del cambio social, a partir de sus posturas y categorías, pretendiendo explicarlo a partir de la idea del equilibrio o del conflicto, de su carácter cíclico o lineal, de ahí que en este apartado se pretenda señalar algunas de ellas, las más representativas sobre el análisis del tema, tratando de abordar en forma concreta su posición ante dichas ideas.
Positivismo. Teoría que como sabemos fue propuesta por Augusto Comte, dando lugar a la sociología. Desde esta perspectiva, Comte nos plantea que el cambio social es resultado de un proceso evolutivo, en donde el pensamiento alcanza su madurez científica y la sociedad un progreso. Dicha evolución se explica a través de su Ley de las Tres Etapas del Pensamiento y de su Estática y Dinámica social. En ellas observamos que esa madurez del pensamiento y ese progreso de la sociedad, sólo se pueden dar y continuar si está presente un orden social, de ahí que se observe que la propuesta de Comte respecto al cambio se apoye en la idea del equilibrio.
Estructural-funcionalismo. Desde esta perspectiva, se ve al cambio como un proceso social, que se da dentro de un equilibrio, ya que el sistema social cuenta con una forma de organización social que contribuye a mantener o restablecer la estabilidad. Según Talcot Parsons, la efectividad de dicha organización social se debe a que las partes que constituyen al sistema social (grupos sociales, instituciones, individuos, etc.) mantienen una interrelación fuerte, a partir de las funciones específicas que desempeñan.
El sistema social está compuesto, según Talcott Parsons, por valores, normas, colectividades y roles. Los valores asumen la función de la estabilidad normativa (los que se difunden a través de la familia y la enseñanza), las normas, la función de integración (las que conforman el derecho y dan sustento al aparto judicial), las colectividades, la función de prosecución de objetos (la estructura política) y los roles, la función de adaptación.
Dentro del sistema social la función de estabilidad normativa tiende a preservar el equilibrio; por los valores interiorizados a través del proceso de socialización actúan como un contrapeso a la exigencia del cambio. Esta postura teórica da como resultado los siguientes supuestos.
1. Toda sociedad es un sistema relativamente constante y estable (Tesis de la estabilidad).
2. Toda sociedad es un sistema equilibrado de elementos (Tesis del equilibrio).
3. Cada elemento de la sociedad contribuye al funcionamiento de ésta (Tesis del funcionalismo).
4. Cada sociedad se mantiene gracias al consenso de todos los miembros acerca de determinados valores comunes (Tesis del consenso).
Marxismo. Dicha postura teórica parte de la idea del conflicto, ya que para Marx el cambio social se da a través de un proceso histórico social, a partir de que es en el seno de la misma sociedad donde se generan las contradicciones que lo provocan. Estas se dan tanto entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, como entre la base económica y la superestructura. Las contradicciones se reflejan o concretizan en el conflicto entre las clases sociales poseedora y desposeída, las cuales establecen una relación de explotación en el proceso productivo. Esta lucha de clases (conflicto entre explotados y explotadores), se ha convertido en el motor del desarrollo histórico de la sociedad y ha permitido la transformación en su conjunto, a través de la Revolución.
Dahrendorf. Otra perspectiva que parte de la idea del conflicto, es la propuesta por esteautor, el cual rechaza el planteamiento de Marx, por considerarla como una simplificación abusiva, ya que no es posible señalar que todos los conflictos que se presentan en la sociedad sean conflictos de clase, tampoco se puede decir que estos impliquen una situación revolucionaria.
La lucha de clases puede propiciar la transformación que, paradójicamente, le permita al sistema perpetuarse. Dahrendorf parte de las siguientes tesis desde la perspectiva del conflicto:
1. Toda sociedad y cada uno de sus elementos están sometidos en todo momento al cambio (Tesis de la historicidad).
2. Toda sociedad es un sistema de elementos contradictorios y explosivos entre sí (Tesis de la explosividad).
3. Cada elemento de la sociedad contribuye a su cambio (Tesis de la disfuncionalidad y productividad).
4. Toda sociedad se mantiene por la coacción que algunos de sus miembros ejercen sobre los otros (Tesis de la coacción).
El conflicto se puede presentar entre roles sociales (de los diversos roles que un individuo puede desempeñar se ve obligado a optar por uno de ellos), grupos sociales (alumnos y docentes), sectores de la sociedad agrupados a partir de regiones o instituciones (sindicatos y autoridades laborales), sociedades y asociaciones que afecten a toda la sociedad (partidos de izquierda y derecha), entre naciones y organizaciones supranacionales, tales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNICEF), etcétera.
Para John Rex los conflictos deben explicarse de acuerdo con los intereses de los “grupos o clases en situación de conflicto”, y estos intereses pueden ser latentes o manifiestos. En el primer caso, orientan la conducta de los actores “sin que sean conscientes de ello”; y en el segundo, con motivos conscientes “en los que se inspira la acción de los actores”. Cabe señalar que son los intereses manifiestos los que dan origen a los grupos de interés en conflicto o en oposición. La intensidad del conflicto, que depende de condiciones variantes, puede dar lugar a una revolución, a una reforma o a una solución de compromiso.
Enfoques lineales y cíclicos sobre el cambio social Hemos observado, que las teorías sobre el cambio social difieren de tal manera que no se puede establecer una sola visión que rija su explicación, de ahí que también, con relación al rumbo al que se conduce el cambio, encontremos propuestas diferentes.
Algunos autores plantean un enfoque lineal, a través del cual consideran que la sociedad en su proceso de transformación, ya sigue un rumbo predeterminado, en el que se atraviesa por ciertas etapas o momentos, causados por factores ya definidos. Además dicho proceso es característico en todo tipo de sociedades, por lo que se piensa ya en un modelo de cambio a seguir, a través del cual se pretende un progreso o desarrollo.
Esta postura que durante muchos años fue adoptada por Comte, Spencer, Marx y otros como Durkheim, ha sido rebasada y criticada por otras teorías de carácter cíclico, las que proponen que los cambio dados en la sociedad se presentan de diferente manera de acuerdo a sus condiciones temporales y espaciales, tanto en lo económico, lo político y lo sociocultural, de tal manera que no siguen un camino obligado, ni resultados esperados.
Un ejemplo de ello nos lo plantea Cristina Puga, en el libro Hacia la sociología, donde nos dice que “los cambios profundos que ha producido el desarrollo de la electrónica en los campos de la información y la comunicación han tenido repercusiones distintas en los diferentes países del mundo. En la actualidad su proliferación lejos de haber reducido la brecha entre los países pobres y subdesarrollados y las grandes potencias industrializadas, ha ahondado el abismo entre unos y otros por la muy diversa velocidad con la que los avances en este campo penetran y se expanden, y desde luego por el hecho de que unos detentan o poseen la tecnología y los demás tienen que importarla”.
Así mismo, la autora nos dice que no existe una causa dominante del cambio social, ya que la sociología actual reconoce que este surge de la acción de una pluralidad de factores, que se van gestando a lo largo de su desarrollo, adoptando rasgos y perfiles propios, que evitan que el resultado sea único y homogéneo.